El libro por Kate DiCamillo


¿He mencionado ya que bajo el castillo se ocultaban las mazorras?
En las mazmorras había grandes ratas. Ratas grandes y malas.
Despereaux estaba destinado a enfrentarse a ellas.
Lector, debes saber que un destino interesante (a veces con ratas, a veces sin ellas) aguarda a casi todos los ratones y a los hombres que no se resignan.

Galardonada con la Medalla Newberry, Despereaux es la historia de un héroe fuera de lo común.
De acuerdo, lo habéis adivinado, es un ratón. Un ratón diminuto con orejas gigantescas que disfruta escuchando música, leyendo cuentos y extasiándose con la belleza de las vidrieras de colores.
Pero también es la historia de una princesa llamada Guisante, de una rata fascinada por la luz llamada Claroscuro, de una sirvienta que sueña con ser princesa y de un alimento prohibido en todo el reino: la sopa.
Dentro de su género, Despereaux es un cuento asombrosamente original. No sólo por la complejidad de sus personajes (pasando desde el propio ratoncito con ambiciones de caballero a la soñadora Pinky Pampurrias), sino también por la calidad de los diálogos, la variedad de escenarios y situaciones, las moralejas entretejidas en el argumento...
Si bien el libro no deja de ser un cuento para niños, esta historia va más allá de lo esperado. Kate DiCamillo es una verdadera artista a la hora de narrar un cuento y de llegar al lector. A caballo entre los hermanos Grimm y Roald Dahl, DiCamillo va cosiendo con hilo rojo la historia de este ratoncito con el que muchos se pueden sentir identificados. ¿Y cómo puede ser esto?, te preguntarás, Lector. Pues muy sencillo: porque, por encima de todo, esta es una historia de sueños por alcanzar, de ambiciones secretas, de deseos ocultos en el corazón… ¿Y quién no ha conocido alguna vez estos sentimientos?
Para aquellos que piensen que la literatura no tiene edad y disfruten con una historia sencilla, entrañable, bien narrada e inolvidable, que cuenta con una edición de lujo, Despereaux es su libro. Y si con todo eso no te he convencido, Lector, tal vez tengas un hermano o un primo pequeños que estén deseando descubrir quién es este ratoncito.
Olvídate de los convencionalismos; cualquiera puede llegar a convertirse en un caballero de brillante armadura y rescatar a la princesa.
Incluso un ratón.

1 comentario:

  1. Esta super interesante es un trabajazo relacionar, literatura, cine y arte...me ha encantado

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Arcimboldo

Arcimboldo
Vertumnus, un retrato de Rodolfo II. Actualmente en el Castillo de Skokloster, Suecia.
Giuseppe Arcimboldo, (también escrito Arcimboldi; Milán 1527 - íbidem; 11 de julio de 1593),fue un pintor italiano, conocido sobre todo por sus representaciones manieristas del rostro humano a partir de flores, frutas, plantas, animales u objetos; esto es, pintaba representaciones de estos objetos en el lienzo, colocados de tal manera que todo el conjunto tenía una semejanza reconocible con el sujeto retratado.

Biografía

Arcimboldo nació en Milán en 1527, hijo de Biagio, un pintor que trabajó para la construcción de la escuela de pintores en la catedral.[1] Le encargaron a Arcimboldo diseños para vidrieras, a partir de 1549, incluyendo la Historias de Santa Catalina de Alejandría en la catedral. En 1556 trabajó con Giuseppe Meda en frescos para la Catedral de Monza. En 1558, pintó el cartón para un gran tapiz de la Dormición de la Virgen María, que hasta el día de hoy cuelga en la catedral de Como.[1]
Vertumnus, un retrato de Rodolfo II. Actualmente en el Castillo de Skokloster, Suecia.Estuvo al servicio de los Habsburgo entre los años 1560 y 1587. Se supone que trabajó también en la Italia meridional y que tuvo un taller propio y discípulos en Roma.
En 1562 se convirtió en retratista de corte de Maximiliano II en la corte Habsburgo de Praga. Fue también el decorador de corte y diseñador de trajes. El rey Augusto de Sajonia, que visitó Viena en 1570 y 1573, vio la obra de Arcimboldo y le encargó una copia de sus Cuatro estaciones que incorporara sus propios símbolos monárquicos.
En Praga trabajó también para Rodolfo II (emperador desde 1576 hasta 1612) en su corte de Praga y se le considera el «Leonardo da Vinci» de la corte bohemia, diseñador de aparatos hidráulicos milagrosos (un poco como su coetáneo en la corte española Juanelo Turriano) y de instrumentos musicales fantásticos: en este sentido puede decirse que trabajó para el emperador Rodolfo II «reemplazando» la figura del viejo Juanelo, cuyos inventos, experimentos diversos y aparatos mecánicos impresionaron al joven Rodolfo durante su estancia en la corte de su tío, el rey español Felipe II.Su obra convencional, consistente en pinturas tradicionales del género religioso, ha caído en el olvido. No ocurre lo mismo con sus «caprichos» alegóricos, cuadros en los que las naturalezas muertas, los conjuntos de flores, frutas, mariscos o peces, crean figuras simbólicas. En efecto, estos retratos pre-surrealistas de cabezas humanas hechas de verduras, frutas y raíces, fueron muy admirados por sus contemporáneos y aún hoy suscitan fascinación. Los críticos de arte están debatiendo actualmente si estas pinturas eran caprichosas o el producto de una mente trastornada.[1]
Arcimboldo murió en Milán.

Boldo - Inspiración de Archimboldo

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